jueves, 12 de julio de 2018

Vivirnos



Vivimos. Sin vivir.

Vivimos. Siempre esclavos del tiempo. Siempre esclavos del trabajo, de las obligaciones. Siempre esclavos de las personas, incluso de las que queremos -sobre todo de las que queremos-. Vivimos, siempre pendientes del resto. Vivimos, pero sin vivir. No vivimos para nosotros, vivimos para la gente.

Nos callamos por el qué dirán. No nos vestimos como queremos por el qué pensarán. Dividimos nuestras horas, intentando contentar a todos para no hacerlos sentir mal. Tratamos de encontrar el perfecto equilibrio para que nadie quede atrás. Vivimos condicionados por la sociedad.

Y al final eres tú la persona que queda atrás. Atrás de todo. ¿Dónde quedan esos días sólo para ti? ¿Para cuándo una encerrona en tu casa viendo series, leyendo libros, o haciendo lo que más te guste? ¿Para cuándo una salida a correr? ¿A la playa? ¿Un viaje sin planificar?
¿Cuándo seremos capaces de decir: “Hoy soy todo para mí”?

Está bien eso de no caer en una rutina, está bien trabajar, estudiar, construirnos personal y profesionalmente. Está bien ayudar a las personas, sobre todo si lo merecen. Está bien socializar, vivir con la gente. ¿Pero vivir para la gente? ¿Quién vive para ti? No se confundan, nadie es imprescindible. Tú eres la única persona que necesitas en tu vida.

Por eso hoy sé todo para ti. Decide mimarte, quererte, cuidarte. No esperes que nadie lo haga por ti. Disfrútate, goza la vida, experimenta, sin miedos. 

Vívete. Ya es hora de vivirnos.

Para terminar... 

Os dejo esta canción de Rozalén y Estopa: Vivir