Vivimos. Sin vivir.
Vivimos. Siempre esclavos del
tiempo. Siempre esclavos del trabajo, de las obligaciones. Siempre esclavos de
las personas, incluso de las que queremos -sobre todo de las que queremos-. Vivimos, siempre pendientes del
resto. Vivimos, pero sin vivir. No vivimos para nosotros, vivimos para la
gente.
Nos callamos por el qué dirán. No
nos vestimos como queremos por el qué pensarán. Dividimos nuestras horas,
intentando contentar a todos para no hacerlos sentir mal. Tratamos de encontrar
el perfecto equilibrio para que nadie quede atrás. Vivimos condicionados por la
sociedad.
Y al final eres tú la persona que
queda atrás. Atrás de todo. ¿Dónde quedan esos días sólo para ti? ¿Para cuándo
una encerrona en tu casa viendo series, leyendo libros, o haciendo lo que más
te guste? ¿Para cuándo una salida a correr? ¿A la playa? ¿Un viaje sin
planificar?
¿Cuándo seremos capaces de decir:
“Hoy soy todo para mí”?
Está bien eso de no caer en una
rutina, está bien trabajar, estudiar, construirnos personal y profesionalmente.
Está bien ayudar a las personas, sobre todo si lo merecen. Está bien
socializar, vivir con la gente. ¿Pero vivir para la gente? ¿Quién vive para ti?
No se confundan, nadie es imprescindible. Tú eres la única persona que
necesitas en tu vida.
Por eso hoy sé todo para ti.
Decide mimarte, quererte, cuidarte. No esperes que nadie lo haga por ti.
Disfrútate, goza la vida, experimenta, sin miedos.
Vívete. Ya es hora de vivirnos.
Para terminar...
Os dejo esta canción de Rozalén y Estopa: Vivir
Para terminar...
Os dejo esta canción de Rozalén y Estopa: Vivir