¿Quién no ha escuchado nunca eso
de “¡Qué pena, cuánto tiempo ha pasado!”?.
Lejos de apenarme, me alegra. Sí, que pase el tiempo significa que lo hemos
vivido ¿Hay algo mejor que eso?
Tal vez, si cambiamos la manera
de ver las cosas, encontremos el sentido a la existencia, y lejos de las
concepciones religiosas (no digo con esto que sean malas ni buenas) mi posición es que la
vida es lo que es, un paréntesis entre que naces y mueres. Y por eso mismo hay
que aprovecharla al máximo. Deberíamos empezar a preocuparnos más por cómo
vivir, que por cómo y cuándo vamos a morir. No debería apenarnos la idea de que
un anciano muera, al contrario, él ya vivió todo lo que tenía que vivir. Y sí,
nos apena, pero ¿de qué sirve vivir pensando en morir? Venga ya, eso no es
vida.
La vida es levantarse cada
mañana, la vida es caerse, levantarse, llorar, reír a carcajadas, bailar bajo la lluvia,
cantar aunque no sepas hasta quedar afónica/o ¿qué más da?, trabajar… La vida es vivir, y esto supone
que la vida es, en definitiva pasar el tiempo. Por eso debemos dejar de pensar
en que mientras más tiempo pase menos nos queda, y enfocarlo en la perspectiva
inversa: es genial todo lo que llevo vivido.
Eso es la vida, llenarla de
recuerdos que nos alivian el alma. Aprovechar cada segundo al máximo, haciendo
lo que más nos guste. Comprometerse con algo, crecer física e intelectualmente.
Hacer realmente lo que nos dé la gana. Tener ganas de comernos el mundo,
creerlo de verdad e intentarlo, aunque intenten frenarnos, aunque sea absurdo
¿qué más da? Lucha por lo que te gusta, vive, disfruta. Piensa que si algo no
te gusta siempre tienes la posibilidad de cambiarlo.
Estreno el blog con un mensaje
esperanzador, todo, cualquier cosa tiene solución, invierte tu tiempo en
aquello que te motive, no hagas nada por inercia ni obligación (hasta cierto
punto claro). Ponte metas y supéralas.
Disfruta del camino, aprende de
los errores, sigue adelante, cáete (y siento ser repetitiva), ráspate las rodillas, levántate, atrévete arrepiéntete
de algo que hayas hecho pero no dejes nada por hacer, salta, vuelve a caerte (sigo siento repetitiva),
impúlsate. Pasa de todos los murmullos, deja que miren que hablen… y cuando llegues al final podrás decir: “He hecho absolutamente todo lo que he querido, a merecido la pena”. Recuerda: Para vivir hace falta vivir.
Y acabo con una canción de Marc Anthony "Vivir mi vida" y dos citas que son absolutamente inspiradoras y motivadoras:
- "La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas" - Alejandro Dumas.
- "La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio no puedes parar" - Albert Einstein.